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MABEL DIAS Y AIDA BAHL: ARTESANIAS INDIGENAS


A través de su participación en el taller de cerámica dictado por el artesano Carlos Moreyra, Mabel Díaz se interesó en las técnicas utilizadas por los aborígenes bonaerenses para la manufactura de utensilios.

Fue así como en 1998 y a través de la iniciativa del Consejo Provincial de Desarrollo y Familia se formó en Sierras Bayas un grupo constituido por siete mujeres reunidas con el objetivo de aprender las técnicas y plasmarlas en ollas, vasos, vasijas, platos, adornos y cantimploras de cerámica, tal como las manufacturaban los aborígenes de nuestra tierra bonaerense.

Hoy, Mabel junto a Aída Bahl han constituido el taller Aimá, en el que realizan trabajos "con identidad bonaerense", que funciona en una antigua casa sierrabayense donde se instalaron con ayuda municipal. Allí ofrecen talleres de iniciación de cerámica aborigen a la gente de la comunidad. "Los talleres están destinados a chicos, adolescentes y adultos que deseen aprender las técnicas que nosotras utilizamos y saber algo más sobre los antepasados de estas tierras".


Técnica aborigen

Las piezas que estas mujeres crean con paciencia y entusiasmo, pueden llevarles entre 3 horas -no corridas- y una semana de trabajo.

Para finalizar las piezas se utiliza un horno hecho con ladrillos refractarios donados por la fábrica de esa localidad, y el material para su armado, logrado a través de la comuna olavarriense. El horno funciona con leña que se deposita en el piso bajo, en el superior -donde se apoyan las piezas- y sobre ellas, pero la única leña que encendemos es la de abajo. El resto se enciende solo, por acción del calor refractado por las paredes del horno''.

Es así como las piezas quedan "al rojo vivo", y las brasas se mantienen encendidas hasta 24 horas después de haber iniciado el proceso de cocción. De allí pasan directamente a ser exhibidas en el pequeño salón donde Aída y Mabel reciben las visitas.

Mabel y Aída participaron de la Exposición Sierras Bayas, el Bazar de Navidad que organiza Rotary en el Museo Dámaso Arce y en oportunidad de la exposición realizada en la Sociedad Rural en 1998, donde tuvieron ocasión de mostrar sus creaciones.

Estas mujeres que tienen el talento de recrear la historia de los primeros pobladores de nuestra provincia a través de su cerámica, comparten tareas con varias personas cuando deben realizar un número grande de piezas. De esta manera ``abrimos la posibilidad a otras personas de aprender una tarea que nos sumerge en la maravilla de una cultura cercana pero desconocida, y de gozar el placer que produce la obra de nuestras manos terminada'', concluyeron.