Miércoles 05 de Marzo de 2003
(ver anterior)

Las cooperativas de Apeba (la Asociación de Prestadores de Energía de la Provincia de Buenos Aires) se oponen a la intención del gobierno de gravar a las cooperativas con el impuesto a las ganancias

En los últimos meses las cooperativas, y su modelo de gestión, se han transformado en una alternativa laboral que los argentinos hemos encontrado ante la ausencia de un Estado que poco parece importarle la situación de la gente y de una crisis que no nos da salida. Pero lo que las cooperativas y sus asociados, estamos sosteniendo con mucho esfuerzo, se destruirá si se aplica lo anunciado “....la ampliación de la base de impuesto a las Ganancias para incluir los ingresos por intereses y dividendos y las ganancias de cooperativas y fundamentos....”; medida informada en el Memorándum de Políticas Económicas que describe la propuesta económica y los objetivos para un Programa de Transición en 2003, que sirvió de base para el Acuerdo Stand-By alcanzado recientemente con el Fondo Monetario Internacional, y teniendo en cuenta el contenido del apartado III - 24, del mismo (Marco de Mediano Plazo y Reestructuración de Deuda).Las cooperativas entendemos que, si se aplica el impuesto a las ganancias vamos a tener incidencias muy negativas en nuestro desenvolvimiento. En definitiva, el Estado que hasta ahora se ha desentendido de los servicios y de la relación con los usuarios, nos obligará a trabajar en las mismas condiciones que tienen las empresas privatizadas. Y en este sentido, nuestro trabajo social desaparecerá. Ya no vamos a poder otorgar subsidios a jubilados, sostener la Tarifa de Interés Social: que nació en la provincia por una gestión de las cooperativas eléctricas (a la cual dimos origen), y desarrollar propuestas sociales.

Con esta medida se nos quiere llevar a cortar el servicio a los vecinos que se retrasen un mes ante el pago de las facturas de servicios. En definitiva se quiere que dejemos de “ser cooperativas”.Además, este tema se presenta como si las cooperativas no estuviésemos grabadas por impuestos cuando en realidad hoy estamos pagando más que una sociedad anónima, ya que en ellas la ganancia mínima presunta es del 1% del activo y las Cooperativas estamos pagando sobre la misma base en concepto del impuesto a la “Promoción y Educación Cooperativa”.Es por eso que, las cooperativas de Apeba, como distribuidoras de energía de las ciudades de: Azul, 9 de Julio, Chacabuco, Salto, Pergamino, San Pedro, Colón, Luján, Zárate y Olavarría manifiestan un apoyo contundente al documento publicado por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes); en el cual se expresa: “ 1°) No corresponde el impuesto a las "ganancias" de las cooperativas, porque no existen tales ganancias. No está configurado el hecho imponible. Está claro que ni siquiera se habla de "exención", ya que no se puede eximir de lo que no corresponde.Con mayor o menor claridad conceptual de los gobiernos, hasta ahora se comprendió en la Argentina, lo que obviamente se comprende en el mundo: que las cooperativas no tienen "ganancias". 2°) A esto -que es "tradicional"- se agrega ahora que el modernísimo documento de la conferencia 2002 de la OIT recomienda a todos los gobiernos del mundo no sólo que no haya trato desigual para las cooperativas, sino también políticas de fomento. 3°) Por si esto fuera poco, la experiencia argentina de los últimos años ha hecho por fin comprender que las cooperativas son empresas de propiedad social y nacional inalienables, a diferencia de las sociedades comerciales en las que los propietarios pueden ser de nacionalidad argentina, por lo que la empresa es "argentina" sólo hasta que ese argentino vende el paquete accionario. 4°) Por lo que, si en el pasado, cualquier intención de imponerles impuesto a las Ganancias a las cooperativas hubiera ido a contramano de la doctrina cooperativa, de la ley, de la correcta doctrina y técnica tributarias y de la Constitución Nacional, ahora sería ya una desubicación incalificable en el tercer milenio, ante los pronunciamientos de las Naciones Unidas y de la OIT, y ante la experiencia de la realidad mundial especial y precisamente del llamado Primer Mundo.”

Olavarría, 29 de Febrero de 2003

A la Directora del Diario “Clarín”
Sra. Ernestina Herrera de Noble

De nuestra consideración:

Nos dirigimos a Ud. a fin de solicitarle tenga a bien publicar en su distinguido diario, el texto de la presente nota, haciendo uso del derecho a réplica que entendemos nos corresponde, luego de sentirnos agraviados por algunos de los conceptos vertidos por el Sr. Mario Guaragna en una columna del suplemento económico de su diario, el pasado domingo 23 del corriente.
Agradeciendo desde ya su atención, la saludamos con atta. consideración.

Julio Pheulpin Cr.Mario Oscar Cura
Secretario Presidente

Apeba . Asociación de Prestadores Eléctricos de la Provincia de Buenos Aires

Respuesta a la columna periodística
publicada en el Suplemento Económico de Clarín del 23/2.

Quienes integramos el sector distribución de energía eléctrica y el cooperativismo eléctrico en particular, nos hemos visto sorprendidos por el contenido de una columna periodística publicada el pasado domingo 23/2 en el Suplemento Económico de Clarín, firmada por el Sr. Mario Guaragna, a quien se lo presenta como “consultor eléctrico”.

Este “consultor” emite una serie de opiniones relacionadas con el sector que, a pesar de no compartir algunas de ellas, respetamos su derecho de libre expresión. Pero no podemos soslayar la emisión de gratuitos juicios de valor sobre las cooperativas eléctricas. En efecto, hacer referencia a que estas ”proveen los peores servicios”, sin siquiera presentar una estadística comparativa o fundamentarlo al menos, no solo es generalizar, sino que es una agresión al movimiento cooperativo eléctrico, que fue pionero en la electrificación del interior de nuestro país y hoy realiza la contención social que no realiza el Estado en materia de acceso al servicio público de energía eléctrica.

Las diez Cooperativas eléctricas agrupadas en Apeba, como la mayoría de las 207 cooperativas que prestan servicios en la provincia de Buenos Aires, tienen un nivel de calidad de servicio comparable y en algunos aspectos superior, a cualquiera de las empresas privatizadas de nuestro país. En tal sentido el usuario debe conocer que en el sector distribución del servicio eléctrico, la calidad de servicio se mide en tres parametros: la variabilidad de la tensión, cantidad y tiempo de interrupciones y los tiempos de respuesta a reclamos y solicitudes. Para saber el verdadero nivel de calidad de servicio de nuestras cooperativas, basta con consultar a nuestros usuarios, para lo cual ponemos a disposición del Sr.”consultor”, algunas de nuestras mediciones.

Respecto de las tarifas, si bien el “consultor” aclara que son calculadas por los entes reguladores, manifiesta que, “el promedio de la tarifa de las cooperativas de la Provincia de Buenos Aires para consumidores residenciales es el más alto del país, cuando dicha tarifa la fija el Estado para todas las distribuidoras de la provincia, cooperativas y empresas privatizadas. En cuanto al alto valor de las mismas, lo ataca sin señalar, que el costo de distribución en el interior es necesariamente más elevado que en la Capital Federal, no porque las tarifas en la provincia de Bs. As fueron fijadas intencionalmente para favorecer la privatización de la ex –empresa provincial, sino porque, mientras en Capital Federal existen entre 480 y 630 usuarios por Km2, en las Cooperativas de Apeba existen en promedio, solo 11(once).

No obstante, nos permitimos señalar para el análisis, que el criterio sustentado por el “consultor” de universalizar las tarifas en todo el país, significa crear automáticamente un fondo de compensación, tal que, los usuarios de regiones donde se pagan tarifas bajas, por tener costos técnicos bajos, paguen más, para que aquellos donde hoy pagan tarifas altas, paguen menos.

El Sr. Guaragna dice en su columna que las cooperativas tiene “ventajas impositivas”. Debe conocer el lector que dicha apreciación no es correcta, pues las cooperativas aportan un 2% en concepto de promoción y educación cooperativa, mientras que la ganancia mínima presunta en la sociedades anónimas, es solo del 1% del activo. En cuanto a los impuestos y tasas que inciden sobre la tarifa eléctrica, coincidimos en lo excesivo, pero debe quedar perfectamente claro que la inclusión en las facturas eléctricas, no es resorte de las distribuidoras, sino de los tres niveles del Estado, que ordenan y obligan a las nuestras cooperativas a su aplicación.

En tal sentido, debemos decir que han sido las cooperativas eléctricas de la Provincia de Buenos Aires quienes solicitaron en el año 99 al gobierno provincial, la supresión de impuestos provinciales y propusieron la creación de la tarifa de Interés Social. En el año 2000 esta tarifa fue Decretada por el Estado Provincial con una reducción del 15,5 % de la carga impositiva provincial y hoy son miles de familias que gozan de un subsidio del 40 y 50% en la tarifa domiciliaria, valor económico que es financiado integralmente por nuestras cooperativas.

Este subsidio, más otro del 50 y 25% sobre las tarifa normal, aplicado al sector de jubilados con haberes mínimos, más planes de espera y refinanciación de facturas, que miles de socios-usuarios de nuestras cooperativas solicitan diariamente por dificultades económicas, transitorias o permanentes, como todos conocemos, reflejan el espíritu solidario que impera en nuestras organizaciones cooperativas.

Tal vez por no conocer este espíritu, queremos invitar al “Sr. consultor” a visitar y conocer alguna de nuestras distribuidoras de “capital social” de nuestra provincia. En cualquiera de ellas encontrará, que no solo distribuimos energía, sino que distribuimos agua potable a la tarifa más baja del país, distribuimos gas en la zona rural, cubrimos los gastos de velatorio y de inhumación de nuestros socios fallecidos, brindamos los servicios de enfermería, ofrecemos el servicio de Internet a la tarifa más baja, creamos el servicio educativo satelital, donde nuestros chicos, que no pueden estudiar carreras universitarias en otras ciudades por razones económicas, pueden hacerlo en nuestras aulas satelitales cooperativas y, muy pronto, nosotros, los asociados de las cooperativas eléctricas, esas que el “Sr. consultor” agravia, tal vez por desconocimiento, nos vamos a dar la posibilidad de elegir la empresa de telefonía que nos brinde ese servicio en nuestras ciudades, porque también nos vamos a prestar el servicio telefónico.

Respecto de la multiplicidad de servicios, y por si a alguien se le ocurriese pensar que es el servicio eléctrico el que subsidia tantos servicios, debe quedar claro que en en el sistema cooperativo ningún servicio puede subsidiar a otro, por lo que cada uno debe autofinanciarse y por lo tanto se registra contablemente por separado.

Por todo lo expuesto queremos reivindicar la calidad de servicio de nuestras cooperativas eléctricas, no porque lo digamos los dirigentes, sino porque los asociados lo manifiestan anualmente apoyando o disintiendo la gestión a través de democráticas elecciones en las que eligen a sus dirigentes.

Julio Pheulpin Cr. Mario Oscar Cura
Secretario Presidente

Apeba . Asociación de Prestadores Eléctricos de la Provincia de Buenos Aires