“Cambiar de Aire...”
Por: Soledad Rolleri
Abiertos,
amplios en sus inquietudes y en la visión que tienen
de las cosas, atentos a cada mínimo detalle que
hace que el rato en La Magda se haga inolvidable. Cristian
Y Claudia Larrañaga hacen cálido el ambiente,
que ya es cálido en sí, y no podía
ser de otra manera. Porque tomar la decisión de
albergar a turistas en la propia casa no debe resultar
fácil. Parecería necesaria una predisposición
especial, un cierto apego por lo desconocido, una cierta
curiosidad por las gentes y por compartir cosas distintas,
vivencias y momentos que se transforman en especiales
por el hecho de que son compartidos. Y los dos tienen
mucho de todo eso. El, médico cirujano. Ella, ginecóloga
y obstetra. Claudia nació y estudió en La
Plata, Cristian es de Bahía Blanca y se fue a buenos
Aires a hacer su carrera. Allí se conocieron, ejerciendo
sus profesiones en un entorno que quizás resulta
un poco hostil para quienes tienen una sensibilidad especial
ante la vida más allá del cemento y las
corridas entre gente que no mira a los ojos del otro.
Claudia cuenta, a esta
altura casi con incredulidad, que ante un llamado de emergencia,
(y convengamos en que la medicina tiene esas cosas), tenía
que viajar 45 km para estar a tiempo en el momento en
que un bebito llegaba al mundo ... Y otros 45 de vuelta
a su casa, para el otro día volver a empezar...
Se casaron , al tiempo apareció Ignacio, que hoy
tiene 5 años. Y después Pilar. Y les resultó
difícil aceptar que la vida fuera eso para los
chicos. Lo mismo para ellos, si les era imposible compartir
y verlos crecer. Estuvieron mucho tiempo evaluando posibilidades,
tratando de no escuchar a quienes los trataban de locos
por querer cambiar de vida y, lo que resultaba más
osado, por animarse a pensarlo como posibilidad. Pero
las ganas de un modelo de familia distinto, de vivir las
cosas de otra manera, las inquietudes porque los chicos
aprendieran a valorar otras cosas pudieron más.
Hace casi tres años
que están en Olavarría. Hoy, no pueden creer
cómo les cambió la vida... “Imaginate,
yo como cirujano, veo a 20 pacientes por día que
implican 20 problemas a resolver... Pero termino con eso,
y puedo disfrutar de los chicos y verlos crecer felices...”
Claudia se dedica ahora sólo a la ginecología,
pero puede hacerse el tiempo para enmarcar ella misma
obras de arte, un pasatiempo que siempre le gustó
y al que nunca había podido dedicar el tiempo suficiente...
Como
son, a pesar de haber cambiado de aire, muy, muy inquietos
los dos, se engancharon con muchas expectativas en el
proyecto propuesto por la Secretaría de turismo
para hacer de La Magda un lugar donde el turista se siente
a sus anchas y puede disfrutar de la vida de campo a la
par que la gente de la casa. “¿Que si hay
problema en compartir? No, a nosotros nos encanta, intercambias
experiencias, y disfrutamos cuando vemos que la gente
encuentra aunque sea por tres días, la paz que
viene a buscar. Y la calidez de la vida en familia, que
aunque parezca mentira, es otra de las cosas que me he
dado cuenta que buscan. Si el turista quiere estar tranquilo,
o quiere desayunar solo, por supuesto que se le da privacidad,
pero en general terminamos compartiendo las actividades
todos juntos...”
Fue la vuelta de tuerca
que hizo que la vida más plena y más tranquila
que buscaban tuviera su cuota de incertidumbre permanente,
también necesaria, para que las cosas sigan siendo
interesantes. Eso del interés por el otro y de
darle un poco de lo que uno vive, sobre todo si es que
lo viene a buscar.
Entrevista a Claudia y Cristian Larrañaga
“AMIGOS EXTRAÑOS...”
Por: Di Pino,
Sergio - Cavaletto, Martín - Rolleri, Soledad
En
un turismo que deja de lado lo convencional, tanto los
turistas como sus anfitriones comparten y disfrutan al
mismo tiempo de una propuesta distinta. Gente extraña,
pero que se siente como en casa y comparte todo con sus
dueños por dos o tres días. ¿Cómo
se logra hacer sentir el calor de hogar ante gente que
uno no conoce, sin agobiarla? De esto charlamos con los
propietarios de “La Magda”, una de las alternativas
que ofrece Olavarría en cuanto al turismo rural.
-¿Qué
hace que el turismo rural sea especial?
Claudia: Es un tipo de turismo distinto. No se trata de
un hotel, es una casa de familia que está dispuesta
a albergar a gente que tiene ganas de vivir algo, en este
caso todo lo que es la actividad rural, y el turista es
distinto. Es decir, es gente que viene y que sabe que
viene a una casa de familia a compartir con la gente del
campo las actividades rurales.
-¿Cuándo
y cómo surge la iniciativa?
Claudia: - Hace un año que comenzamos con el proyecto,
y surge como salida laboral extra y además por
un gusto personal, de servicio, de atención a la
gente.
- ¿Y
qué es lo que tiene para ofrecer el establecimiento
La Magda al turista?
Cristian: - Bueno, nosotros ofrecemos poder pernoctar
en el casco, que es un casco de 1885, que tiene las características
de un lugar de esa antigüedad, rodeado de un parque
con una arboleda añosa. Lo que hacemos habitualmente
es ofrecer un desayuno de campo y después actividades
típicas del campo, como andar a caballo, (uno realmente
puede disfrutar y se ve la cosa diferente arriba del caballo),
y después todo lo que son tareas rurales... Según
la época en que se llegue se puede participar en
la siembra, el arado o la cosecha, o en actividades relacionadas
con la ganadería.
- ¿Cómo
plantean el servicio?
Claudia: - Por lo general tratamos de recibir a una familia,
o a dos matrimonios conocidos entre sí, para no
mezclar y poder dedicarnos a las personas que vienen.
Que sientan esa cosa de exclusividad,...
- Es como
si recibieran amigos...
Claudia: - Claro, amigos extraños...
Cristian: - Y bueno, la idea de compartir es esa, uno
está viviendo en su casa pero está compartiendo
con alguien más su realidad, como el turista puede
compartir la de uno...
Claudia:- Sí, igualmente el turista tiene su privacidad;
no es que está todo el tiempo con nosotros ni nosotros
todo el tiempo con ellos, se ve de acuerdo al gusto y
a sus necesidades lo que quiere, si quiere compartir el
desayuno con nosotros o no, o la cena; es totalmente libre...
Cristian:- Igualmente las actividades no son programadas,
es decir que cada uno decide si quiere leer, si quiere
dormirse una buena siesta, nadie lo obliga a hacer tal
o cual cosa sino que son todas propuestas. Olavarría
tiene muchas cosas para mostrar, no sólo el campo,
sino que existen canteras y pueblos alrededor, que tienen
sus características y que son muy ricos. Esto no
está obligado pero en general la gran mayoría
de la gente quiere ver algo distinto además de
lo que se ve en el campo, y también se puede mostrar.
- ¿Cómo
fue esa primera experiencia con turistas que llegaron
al establecimiento?
Claudia: - Fantástica. Las expectativas que teníamos
se cumplieron, y bien... Estuvimos tranquilos, era muy
buena gente. Es que el turista que viene al campo viene
tranquilo, era gente de capital, y lo que buscaban, fueron
muy claros en eso, era “no ver cemento” (más
allá de que después los lleváramos
a las fábricas...) Pero la idea era estar mirando
el horizonte... Fue mucho trabajo, porque se les da todo,
está todo incluido en el paquete, había
que prepararles las comidas, había que tener los
cuartos listos, así que fue mucho trabajo, pero
con gusto, fue muy agradable.
- ¿Cuáles
son las cosas que el turista valora más?
Claudia: - El silencio. El silencio se valora un montón.
Al que vive acá, le parece que es así. Nosotros,
que vivíamos en Buenos Aires, no podíamos
escuchar los pájaros... ¡allá no hay
pájaros! Y acá, en nuestra casa, uno se
levanta con el sonido de los pájaros...
Cristian: -Sí, ni hablar de los detalles de la
noche, por ejemplo una de las actividades es hacer una
recorrida nocturna en plena oscuridad, uno apaga todas
las luces de alrededor de la casa, para no tener luz,
y se quedan impactados con la cantidad de estrellas, o
con cómo duerme un animal, ya sea una vaca, un
caballo, que para uno es habitual, pero para la gente
que vive en la urbe no es común, y esto les gusta
muchísimo.
- Si tuvieran
que hacer un análisis de la actualidad, ¿cómo
la ven?
Claudia: - Con muy buenas perspectivas.