Editorial:

Luego del terrible azote que la naturaleza descargó sobre nuestra ciudad y una vez que las aguas bajaron (o mejor dicho luego de martirizarnos durante días se dignaron a retirarse), se pudo en esos momentos observar el estado catastróficos de la ciudad. La población en general, dio rienda suelta a su desesperación, encasillándola en diversos comentarios, críticas, quejas, reclamos, etc.

Una vez pasados los primeros momentos de nerviosismo y angustia, todo olavarriense comenzó a luchar denodadamente por la recuperación de la ciudad. De esta manera fue pasando el tiempo y, si bien las consecuencias del desastre no han sido totalmente eliminadas, es justo reconocer que lo realizado en solo cuatro meses es realmente increíble. Y el tiempo pasó... la gente, el pueblo de Olavarría se fue calmando y simplemente comenzó a recordar aquel 27 de abril como un día lejano en el cual temió, sufrió y toda una ciudad fue testigo del mayor desastre de la época. Ese recuerdo estaba y está en la mente de todas aquellas personas que pasaron esos tristes momentos. Pero si bien ese recuerdo estaba y está en nuestras mentes no había ningún medio periodístico (a excepción de los pequeños suplementos, periódicos y radio local) que hubiese publicado o que publicara un trabajo, en el cual estuvieran todos los detalles, las fotografías, las consecuencias y los contratiempos que el meteoro causó en Olavarría es decir un trabajo periodístico, que intentara recopilar todo lo sucedido, y que hiciese un informe ilustrativo con el fin de que todos los ciudadanos de Olavarría tengan un recuerdo (un mal recuerdo pero recuerdo al fin), del mayor desastre del siglo y ese recuerdo poder mostrárselo el día de mañana a nuestros hijos o a nuestros nietos, como también mostrarlo a todas aquellas personas que por no haber vivido esos momentos no llegan a imaginar ni remotamente lo sucedido (familiares, amigos, comerciantes, etc. de otros puntos del país).

Por las razones ya enumeradas y luego de solucionar los lógicos problemas que la inundación causó en nuestras dependencias, comenzamos a trabajar, sin prisa pero sin pausa, para poner en circulación esta revista que usted tiene en sus manos.

Nuestra intención al realizarla fue simplemente tratar de cubrir la falta de un documento periodístico. En esta edición simplemente mostrarnos una gran cantidad de fotografías qué muestran como estaba la ciudad invadida por las aguas, luego como quedó a consecuencia Se esa inundación y por último como se encuentra en estos momentos. Las muestras fotográficas van acompañadas de distintas notas, las cuales se han hecho sin ningún tipo de crítica destructiva, simplemente son comentarios y reportajes de los cuales Ud. señor lector sacará sus propias conclusiones. No hemos realizado ninguna clase de crítica, porque consideramos que no tiene razón de ser; ya que dada la magnitud del desastre del 27 de abril, todos en algún momento nos podemos haber equivocado, pero nos parece más importante, que hacer notar alguna equivocación que otra, el informar sobre lo ocurrido y dar las gracias a todas aquellas personas o entidades que lucharon en bien de sus semejantes (bomberos, militares, civiles, radio, autoridades y empleados municipales, Unión telefónica, Coopelectrir, Gas del Estado, etc.).

Es nuestro deseo que esta revista llegue a satisfacer a todas aquellas personas que deseaban tener un documento de lo ocurrido del 27 al 30 de abril de 1980.

Agradeciendo desde ya a todos los comerciantes que con su apoyo económico hicieron posible que esta revista pudiera editarse, nos despedimos hasta nuestro próximo trabajo.

Los fragmentos que transcribimos en estas páginas son nuestro modesto homenaje a aquellos colegas que haciendo periodismo, escribieron lo que hoy es historia..