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INUNDACIONES EN LA CIUDAD

 

 Listado:

Cronología de la Inundación del '80
- Lo que el agua se llevó...

Después de la Inundación del '80
- La inundación... y después...

Editorial publicación "Olavarría Increíble"
- Por Pedreira...

La Radio LU32 después de la Inundación
- Silencio en LU32 Coronel Olavarría...

Relatos de la Inundación
- Relatos de Familias de Olavarría...

 

Olavarría es una ciudad que ha perdido muchas de sus fotos antiguas. Las inundaciones de 1980 y 1985 se llevaron el album de imagenes, la historia de muchas familias.

Cada vez que se abaten sobre el casco urbano precipitaciones pluviales intensas, los olavarrienses resucitan antiguos miedos, habida cuenta la cuestión del riesgo permanente de
inundaciones aluvionales en que se encuentra Olavarría.

No por ser historia reciente y conocida resulta innecesario recordar cómo se sucedieron los acontecimientos. Luego de la gran crecida de 1919 y de otros desbordes de menor magnitud
que se produjeron en sucesivas oportunidades -el de 1955 fue importante- en 1980 el arroyo Tapalqué prácticamente arrasó la planta urbana y, luego de tres días en los que los ruidos de la ciudad fueron reemplazados por un silencio en el que lo único que se escuchaba era el canturreo del agua que pasaba por las calles, un manto de lodo se extendió por todas las zonas afectadas por la crecida y a las que alcanzó la inundación.

Calles en las que hubo más de tres metros de profundidad de agua, automóviles que quedaron sepultados y que quedaron aplastados bajo las ruedas de las máquinas que las canteras aportaron para evacuar personas y ayudar en la emergencia, fueron -junto con
vidrieras destrozadas y comercios en los que no quedó nada- la imagen más patética de ``la inundación del 80''.

La reiteración de estos hechos -aunque con menor intensidad y con daños minimizados- cinco años después, llevó a la autoridad municipal a adoptar la decisión de realizar importantes inversiones en la cuenca del arroyo y a establecer un plan de obras que
minimizara los riesgos a los que se ve expuesta nuestra ciudad por el hecho de estar ubicada a la vera de este curso hídrico.

La filosofía de esos trabajos era la de retener aguas arriba, y facilitar el drenaje aguas abajo.
Mucho se hizo y los resultados permiten asegurar que la velocidad con la que el agua que ingresa a los límites del ejido sale de la ciudad es notablemente superior a la que podía determinarse en 1908 y en 1985.

Hoy, la esperanza es confiar en que aquellas imágenes que han quedado grabadas en la retina de muchos olavarrienses ya pertenecen a un pasado que no se repetirá, aunque en octubre de 1998 el arroyo se encontraba casi al límite de su capacidad de portación de agua. En esa oportunidad resistió, pero en caso de que las lluvias se hubieran prolongado en el tiempo en milimetrajes similares o hubieran concentrado en igual lapso mayores
cantidades de agua, muy probablemente el arroyo habría desbordado.

Está bien lo que se ha realizado. Los hechos demuestran que la estrategia adoptada es la correcta y que los trabajos que se han encarado han dado buena respuesta. Pero cada crecida es un oportuno llamado de atención para las autoridades responsables del área hidráulica, en el sentido de que es preciso hacer más, continuar con el mantenimiento y encarar nuevas obras que den seguridades adicionales para evitar lo que pudiera suceder en un futuro indeterminado.


si Ud. tiene alguna historia que contar acerca de las inundaciones, envíela a info@olavarria.com